Día Internacional de la Mujer 2025: Qué dicen 5 expertas sobre cómo maximizar la salud y los derechos de las mujeres

A pesar de vivir más tiempo que los hombres, las mujeres viven un 25% más de su vida con problemas de salud. La salud de las mujeres sigue estando perjudicada por deficiencias fundamentales de eficacia en el tratamiento, prestación de cuidados, investigación, innovación, datos e inversión. Como resultado de estas desigualdades, los derechos de las mujeres a la salud se ven socavados, subfinanciados y desatendidos. Sus experiencias vividas y perspectivas a menudo no se tienen en cuenta en el ámbito de la investigación médica y las políticas sanitarias a nivel mundial, lo que conlleva resultados adversos para todos. Debemos empoderar a las mujeres y las niñas para que puedan ser las guardianas de su propia salud y bienestar, y contribuir a la prosperidad de sus familias, comunidades y países.

La Alianza Global para la Salud de la Mujer del Foro Económico Mundial está cambiando la narrativa al dar voz a las mujeres y empoderarlas para que lideren la agenda mundial de salud de la mujer. Las Campeonas de la Salud de la Mujer de la Alianza, una comunidad de líderes mundiales de alto nivel de diversas industrias y sectores, han esbozado cinco áreas prioritarias: amplificar y centrar las voces de las mujeres en la conversación; preservar la autonomía corporal de las mujeres y las niñas; elevar a las adolescentes y romper los ciclos de pobreza; promover la salud de las mujeres en la atención sanitaria; y maximizar el capital social y político para las mujeres. Estas áreas no solo encarnan el marco de derechos, igualdad y empoderamiento que define el tema del Día Internacional de la Mujer de este año, sino que también resumen la visión de la Alianza de promover el acceso igualitario a soluciones de salud de alta calidad, donde y cuando las mujeres las necesiten, y a un precio que puedan pagar.

Para cerrar de manera efectiva la brecha de igualdad, la salud de la mujer debe ser reconocida tanto como un derecho humano como una oportunidad de mercado todavía sin explotar. La prosperidad económica y los derechos humanos están interconectados, y la salud de la mujer es un elemento fundamental de ambos. El Foro está en una posición única para tender un puente entre estos dos aspectos, reuniendo a diversas partes para garantizar que la salud de la mujer no solo se vea como un imperativo moral, sino como un movimiento estratégico. La Plataforma de Seguimiento del Impacto de la Salud de la Mujer del Foro (Women's Health Impact Tracking Platform) muestra que si se abordaran solo nueve afecciones médicas clave, se añadiría el equivalente a 27 millones de años de vida ajustados por discapacidad al año y 400 000 millones de dólares al PIB mundial para 2040. Además, la brecha en la salud de la mujer en su conjunto representa una oportunidad de un billón de dólares.

A continuación, nuestras Campeonas de la Salud de la Mujer comparten sus ideas sobre la siguiente cuestión: "¿Cómo la reducción de la brecha de salud de la mujer puede contribuir a los derechos, la igualdad y el empoderamiento de todas las mujeres?"

Toyin Ojora Saraki, presidenta de The Wellbeing Foundation

Tener un asiento en la mesa no significa mucho si la salud de las mujeres no está en el menú. Cerrar la brecha de salud de las mujeres va más allá del acceso; es una cuestión de autonomía, dignidad y derecho fundamental al bienestar. Esto es especialmente cierto en toda África, donde las mujeres son la columna vertebral de las familias, las economías y las comunidades. Cuando las mujeres africanas reciben la atención sanitaria que necesitan, pueden participar plenamente en la vida económica, social y política como líderes empoderadas y agentes de cambio, garantizando que las políticas y decisiones reflejen sus realidades y prioridades. La salud de las mujeres no es una cuestión de interés especial; es la base de una sociedad justa, sostenible y equitativa.

Marisol Touraine, presidenta de la Junta Directiva de Unitaid

Un enfoque basado en las necesidades de las mujeres ofrece enormes beneficios positivos que repercuten en toda la sociedad, reduciendo la pobreza, promoviendo la igualdad y construyendo comunidades más prósperas. Este año celebramos el 30.º aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, que proporcionó una agenda visionaria para el empoderamiento de las mujeres. Unamos nuestras fuerzas para que la atención sanitaria sirva de apoyo a las más altas ambiciones de este viaje transformador.

Dra. Nandini Selvam, vicepresidenta y directora general de IQVIA

Las mujeres en cada país, ocupación y generación se enfrentan a diferentes brechas y puntos de partida. Entre las barreras más significativas se encuentra la falta de acceso a una atención médica adecuada, la cual continúa impidiendo que muchas mujeres participen plenamente en la educación, en las carreras profesionales y en los roles de liderazgo. Los problemas de salud que afectan a las mujeres, como la atención reproductiva y materna, y las enfermedades mentales y crónicas, siguen siendo poco investigados y pasados por alto. Las diferencias fundamentales en la biología de las mujeres requieren un enfoque científico específico que no debe ser considerado como algo secundario.

Dar prioridad a la salud de las mujeres las empodera, dándoles control sobre sus cuerpos y sus futuros. Esto, a su vez, fomenta las oportunidades, la independencia y la equidad. Cerrar la brecha sanitaria no solo mejora la productividad económica, sino que también fortalece a las familias y las sociedades y, en última instancia, apoya los diversos roles de las mujeres como cuidadoras, innovadoras y líderes, haciendo que sus contribuciones sean sostenibles y tengan impacto.

Sahil Tesfu, CSO, Essity

Las mujeres viven un 25 % más de su vida con salud precaria en comparación con los hombres. La salud de las mujeres, incluida la salud menstrual, es una cuestión de derechos, igualdad de género y desarrollo sostenible; es esencial para un mundo justo y próspero. Por ejemplo, invertir en la salud menstrual en el lugar de trabajo reduce el ausentismo en un 62% y la rotación de la fuerza laboral en un 23%. Las escuelas, los lugares de trabajo y los sistemas de salud deben estar organizados para garantizar la salud de las mujeres y la salud menstrual. Esto requiere colaboración entre sectores y actores, y es el camino a seguir para las mujeres y las niñas.

Dra. Zainab Shinkafi-Bagudu, CEO, Fundación contra el Cáncer de Medicaid

Cerrar la brecha de género en la salud no significa solo abordar las disparidades que afectan a la salud y el bienestar de las mujeres, sino también empoderarlas para que co-lideren la agenda global, participen en igualdad de condiciones en la vida social y política y se conviertan en miembros productivos de las economías. Cuando las mujeres acceden en igualdad de condiciones a la atención sanitaria, al capital sociopolítico y a las oportunidades económicas, los beneficios van más allá de su propio crecimiento y prosperidad.

Diversas investigaciones han demostrado en repetidas ocasiones que contar con mujeres en puestos de liderazgo tiene un impacto positivo en el fortalecimiento de los centros de salud y en la reducción de las desigualdades en materia de salud, lo que también se traduce en mejores resultados en cuanto a innovación, rendimiento financiero y empoderamiento de las mujeres en general. Por lo tanto, la salud de las mujeres debe verse y entenderse como lo que es: un elemento fundamental de derechos, empoderamiento e igualdad para todos.